Parte 1.
A lo largo de varias publicaciones he mencionado el término depresión o profunda tristeza como un síntoma que forma parte del duelo, pero que a veces negamos o no sabemos definir o diferenciar de otros estados de ánimo, y otras más ignoramos cómo actuar cuando ésta es padecida por alguien muy cercano a nosotros. Por lo anterior, es mi intención dar a conocer a través de tres publicaciones un poco más sobre este padecimiento.
LA TRISTEZA Y SU FUNCIÓN
Cuando hablamos de tristeza estamos refiriéndonos una emoción básica del ser humano, que todos alguna vez la hemos experimentado. La tristeza como emoción básica y adaptativa, es una reacción psicológica normal y natural que se dispara después de un suceso triste o doloroso y que frecuentemente está asociado con una pérdida, regularmente es de corta duración y va disminuyendo hasta que desaparece, dejando paso a otras emociones “positivas”.
La tristeza tiene como finalidad adaptativa la liberación de la emoción, esto es, soltar y desprenderse de algo sobre lo que no se tiene control o no depende de nosotros cambiar; frecuentemente se asocia con sensaciones de cansancio, apatía, desgano, cierta desilusión y en ocasiones con desesperación y que expresada sanamente se asocia con llanto. Asimismo, la tristeza nos mueve a ver hacia nuestro interior cumpliendo la función de acercarnos a la reflexión, al descanso y a buscar el apoyo de los demás ante la sensación de vulnerabilidad.
OTROS ESTADOS DE ÁNIMO RELACIONADOS
La tristeza vista no como emoción básica sino como un estado de ánimo tiene que ver más con un estado continuo de malestar emocional que no tiene como precedente un disparador, por lo que su duración es más larga y puede permanecer constante a lo largo del tiempo. Este estado de ánimo, se asocia más a un trastorno denominado distimia, el cual puede considerarse como un estado leve de depresión. Regularmente no se manifiesta como una tristeza profunda como sucede en la depresión, pero ésta puede llegar a ser más dañina emocionalmente por su carácter crónico, con consecuencias y efectos permanentes.
Socialmente ni la tristeza, ni la depresión son bien acogidas, por lo que solemos disfrazarlas con otros términos como nostalgia o melancolía. Veamos a qué se refieren estos estados de ánimo y así poder diferenciarlos.
La nostalgia es un estado de ánimo que se define como la pena que se siente por algo que se ha tenido y que en la actualidad ya no se tiene, equivale a la expresión “echar de menos o extrañar”. Por ejemplo, se presenta al recordar algún evento del pasado pero con rasgos de alegría. Se siente nostalgia ante la ausencia de un ser querido, nostalgia por la tierra que nos vio nacer y nos acogió (expatriados), por los amigos que no están presentes, etc. Por tanto no se asocia ni con la tristeza ni mucho menos con la depresión.
Por otra parte, la melancolía se presenta ante la falta de aceptación de una pérdida, por la resignación ante la falta del objeto amado. El estado melancólico distorsiona la realidad y convierte la ausencia del ser querido en una cuestión personal (culpas) y además atenta contra la propia autoestima.
En el ámbito de la psicología y según el psicoanalista Sigmund Freud, en su trabajo Duelo y Melancolía, consideraba que si ésta se instalaba de manera permanente, podía ser considerada como una patología, al impedir el funcionamiento normal del individuo tanto en sus actividades cotidianas, laborales y sociales.
DEPRESIÓN
La depresión no es una emoción ni un estado de ánimo, es un conjunto de signos y síntomas donde están entremezcladas la emoción (tristeza) y un estado anímico (la melancolía).
Se define como un trastorno emocional y mental que experimenta el individuo ante un sentimiento de profundo dolor, culpa y tristeza que se manifiesta a través de diversos síntomas psíquicos y físicos, visibles e identificables por la conducta del afectado.
Signos y Síntomas de la Depresión
Tristeza profunda
Desmotivación
Exceso de llanto
Falta de placer
Insomnio o sueño excesivo
Pérdida del apetito con pérdida de peso, o
Aumento del apetito con ganancia de peso
Desesperanza acerca del futuro
Falta de concentración
Descuido en el aseo y arreglo personal
Agotamiento físico y mental
Pensamientos negativos
Aislamiento social
Culpa y auto-descalificación
Miedo a la muerte
Pensamientos o intentos suicidas
Trastornos físicos como dolor de estómago, dolor de cabeza, taquicardia, etc.
Baja autoestima
En la siguiente publicación abundaré en las causas de la depresión.